Dicen, que para alcanzar tus sueños, has de ser constante.
Ok, ¿y cómo consigo ser constante? Porque es fácil decirlo, pero cuando empiezan a surgir imprevistos o cuando las cosas no salen como querías, mantenerse firme en el camino requiere de una gran mentalidad.
En este post te cuento cómo vencer la pereza y que no te saltes ni un solo entrenamiento.
Quieres empezar a hacer ejercicio, pero encuentras dos grandes barreras: el tiempo y la falta de ganas.
Vamos a ver cada uno de estos puntos 🙂
No tengo tiempo
Solemos pensar erróneamente que para ponerse en forma es necesario entrenar durante horas. Cuando la realidad es que, con sólo 15 minutos al día, ya vas a notar una gran diferencia en tu cuerpo. Si no te lo crees, compruébalo por ti misma.
Así que, ¿en serio no puedes reservar para ti y para tu salud 15 minutos al día? Si de verdad te resulta imposible, mis preguntas son: ¿Cuáles son tus prioridades? ¿Estás invirtiendo tu tiempo en lo que realmente es importante para ti?
Estoy segura de que quieres tener un cuerpo fuerte y sano,
que te permita disfrutar de lo que te apasiona,
que te permita dedicarte con energía a tu familia y amigos,
que te permita rendir en tu trabajo.
Es fácil dejar esto en el último lugar, porque tendemos a pensar:
Si no entreno hoy no pasa nada, al final, por un día más no va a cambiar mucho
Cuando la realidad es, que empezar HOY a entrenar, va a cambiarlo todo.
1.Establece hacer ejercicio como una prioridad. Tu cuerpo es tu casa, donde vas a vivir toda la vida, así que cuídalo como se merece. Seguro que no saltas de emoción por lavarte los dientes y aun así lo haces, ¿verdad?
2.Tener una meta clara y saber porqué quieres lograrla es fundamental. Ahora lo llaman «mantener el foco».
Para definirlo, puedes escribir y visualizar con todo detalle cómo te ves una vez has alcanzado ese sueño. Así, cuando te asalten las dudas podrás leer lo que has escrito y recuperar tus visualizaciones.
3.Reserva el momento exacto del día en el que vas a entrenar. Si lo has planificado con antelación ya habrá un hueco en la agenda, ¡tendrás tiempo! Y no te cuestionarás tanto si entrenar o no, porque ya estarás mentalizada.
Elige el mejor momento para ti, el que encaja con tus horarios o en el que te sienta mejor. Quizás estás más activa por las mañanas y sea buena idea empezar el día cumpliendo contigo misma. A lo mejor prefieres aprovechar un hueco al mediodía o decides entrenar por las tardes porque te ayuda a relajarte. Respeta tus ritmos.
También puedes realizar ejercicio en casa y evitar gastar tiempo en desplazamientos.
El primer paso no te lleva a donde quieres ir, pero te saca de donde estás.
Me da pereza
Ya te has reservado un hueco en la agenda. Pero has estado tan ocupada todo el día, y aún tienes tantas cosas por hacer, que… ¿ponerme ahora a hacer ejercicio?
4.Estoy cansada. Probablemente pasaste la mayor parte del día sentada o en la misma posición, es decir, la exigencia física que has tenido ha sido muy baja.Y por eso, esta fatiga que sientes es más mental que física. Es producto del estrés, de la tensión acumulada a lo largo del día y de las malas posturas.
Es curioso, pero justo lo que aliviará ese cansancio, será moverte. Te dará energía y calmará tu mente.
Si te sientes débil, porque llevas muchas horas sin comer, toma frutos secos o una pieza de fruta media hora antes de ir a entrenar.
5.Haz una actividad que te guste. Para mí, esta es la clave para ser constante. Cuando disfrutas de lo que haces, dejas de verlo como un esfuerzo. Hay varias maneras de lograr un mismo objetivo, así que mejor elegir una que te guste, ¿no? Si quieres perder peso puedes salir a correr, practicar HIIT, salir a bailar… ¡siempre hay diferentes opciones!
Otra idea es poner música. Ayuda a cambiar tu estado mental y lo hace más divertido.
6.Ponte metas realistas. Ahora tu objetivo es hacerlo. Si al principio te marcas objetivos demasiado grandes puede que te agobies. Elije metas que puedas cumplir, por ejemplo, entrenar 5 días de la semana durante 15 minutos, y respeta esto. Si eres constante, los objetivos llegarán solos.
7.Realiza un programa de ejercicio eficaz y bien planificado. Así, empezarás a ver resultados antes y esto te motivará.
Si en lugar de hacer por hacer, entrenas sabiendo porqué haces esos y no otros ejercicios, los cambios llegarán antes. Cuando empiezas a ver resultados, unos brazos más definidos o menos tensión en la espalda, ganas fuerzas y ánimos para seguir.
Son lo que se suele decir, objetivos a corto plazo. Si sólo nos centramos en la meta final, puede ser que la veamos tan lejos que nos desmotivemos.
Añade ejercicios globales como las planchas abdominales en tus entrenamientos. Le dedicarás menos tiempo y conseguirás resultados mucho antes que si trabajas músculo por músculo.
8.Prepara la ropa con antelación. Incluso puedes llevártela al trabajo para no tener que pasar por casa. O si entrenas en casa, acondiciona el espacio y prepara todo lo que necesites. Esto te sirve como recordatorio y te mentaliza de que hoy toca entrenar.
9.No le des demasiadas vueltas. Lo que cuesta es ponerse, una vez que empiezas fluye solo. Si escuchásemos e hiciésemos caso a todo lo que nuestra mente nos dice, no avanzaríamos nunca. Así que, deja de pensar, desenrolla tu mat y dale al play a tu clase de Pilates.
10.Realmente no me apetece. Ok, haz algo más suave ese día pero, ¡no te lo saltes! Porque cuando rompes con una rutina que aún no has afianzado, retomarlo se siente como empezar de cero. ¿Alguna vez te ha pasado que estabas yendo al gimnasio de manera constante, por un contratiempo lo dejaste y luego ya no conseguías la manera de volver?
Siempre recomiendo escuchar a nuestro cuerpo y no forzar. Así que esos días, puedes simplemente hacer una secuencia de estiramientos, o salir a pasear. La clave es que sientas que sigues en el camino, que no has parado. Y seguro que si pruebas esto, al final acabas haciendo más de los pensabas al inicio.
11.Crea un compromiso, queda con alguna amiga o con tu entrenadora personal. Díselo a la gente, ¡anuncia a todo el mundo el cambio que ya estás consiguiendo! Es una manera de «obligarte», y funciona.
12.Al finalizar la sesión anota tus sensaciones, cómo te encuentras en ese momento y que te dirías a ti misma para animarte el próximo día que tengas pereza de hacer ejercicio. Escribe con todo detalle y léelo cuando lo necesites. ¡Tú eres tu propia animadora! 😉
Empieza con el programa de ejercicio para principiantes. Cuatro semanas de Pilates y fitness para entrenar desde tu casa.
¿Qué trucos utilizas para mantenerte firme en tus propósitos? ¡Me encantaría conocer tus ideas!