Llegamos al ecuador del reto 10 días haciendo pilates. Así que, si aún no has realizado las clases anteriores te recomiendo que vayas al vídeo número uno.
Porque en la sesión de hoy trabajaremos el cuerpo de una manera mucho más global que en los vídeos anteriores, desafiarás a tu equilibrio y pondrás en acción a todos los músculos del cuerpo.
¿Qué entendemos por equilibrio en pilates?
Según el ámbito de estudio en el que nos encontremos, se dan diferentes definiciones para el equilibrio.
Desde el punto de vista de la mecánica, el equilibrio se define como “el estado de un objeto cuando el resultado de las fuerzas que actúan sobre él es cero” (1ª Ley de Newton).
Pero en esta sesión, nos interesa acercarnos más al equilibrio humano.
Entendido éste, como la habilidad para mantener una posición dentro de los límites de estabilidad o la base de soporte.
Pero también relacionado con la capacidad para realizar ajustes constantes que nos permitan mantener esta estabilidad.
Por otro lado, puede hacer referencia al trabajo armonioso de todos los músculos de nuestro cuerpo. Para movernos de manera fluida y mantener una correcta postura, es necesario que haya un equilibrio entre las tensiones musculares.
Cuando realizamos movimientos repetitivos en nuestro día a día, o pasamos mucho tiempo en la misma posición, obligamos a trabajar constantemente a los mismos músculos, mientras que otros no se activan lo suficiente. Esto es agotador y malgasta nuestra energía.
En pilates, la palabra equilibrio también se relaciona con el estado de bienestar que se alcanza cuando cuerpo, mente y espíritu están en armonía.
¿Por qué es importante todo esto? Porque durante la sesión de hoy, abordaremos el equilibrio a estos tres niveles.
Recomendaciones para la clase
Esta sesión incluye ejercicios que retarán tu equilibrio de diferentes maneras.
En algunos será necesario que controles la posición de todo tu cuerpo para mantener o recuperar la estabilidad sin caerte.
En otros necesitarás vigilar que tu cuerpo trabaja de manera equilibrada para no desviarte hacia los lados.
Para ello, has de concentrarte en las sensaciones que se despiertan durante los movimientos o cuando tratas de mantener una postura.
Esto te ayudará a ser más consciente de cómo está trabajando tu cuerpo y a identificar posibles asimetrías. Por ejemplo, ¿te resulta más fácil hacer un ejercicio con un lado de tu cuerpo? ¿Sientes que te tuerces hacia un lado durante el movimiento? ¿Consigues corregirlo?
Esta escucha despierta la conciencia que tienes de tu musculatura, te enseña a sentir si está tensa o relajada y a contraer o relajar los músculos de forma consciente.
[pullquote align=»normal»]Desarrollando la conciencia corporal evitarás tensiones innecesarias, tanto en las clases, como en tu vida diaria, ya que sabrás activar los músculos implicados en el movimiento, mientras el resto del cuerpo permanece relajado. Tu cuerpo tendrá más herramientas para cuidar de si mismo. [/pullquote]
Conecta cuerpo y mente antes de empezar la sesión
Antes de comenzar la sesión tómate unos minutos para sentir cómo te encuentras. Túmbate y busca una posición cómoda.
Observa tu cuerpo tratando de sentir qué zonas están en tensión y visualiza como el aire que inspiras llega a esos puntos disolviéndola y dejándote una sensación de relajación y bienestar.
Una vez sientas que tu cuerpo está relajado y tu mente en calma y enfocada en este momento, puedes empezar la clase.
Conserva este estado de concentración durante cada ejercicio sintiendo cómo te mueves, la posición que debes mantener y los apoyos que tienes en el suelo.
¿Preparada? ¡Dale al play!
Y recuerda, si tienes dudas o quieres compartir tu experiencia, te espero en los comentarios 🙂
Día 1: Libera tu espalda
Día 2: Adopta una posición erguida
Día 3: Fortalece tu abdomen
Día 4: Tonifica tus piernas
Día 6: Relajación
Día 7: Brazos tonificados
Día 8: Entrenamiento cardio
Día 9: Glúteos y adductores
Día 10: Total Body
* Te recomiendo que antes de empezar un programa de ejercicio consultes con tu médico